Los padres pueden ayudar a los niños a aprender las etiquetas de emociones a través del habla. Analizamos las claves en un estudio que explica cómo los niños aprenden los niños las etiquetas de emociones de sus padres, a través del habla.

Un estudio examinó cómo los padres y cuidadores pueden apoyar el aprendizaje de etiquetas emocionales en niños pequeños de habla inglesa.

Los investigadores encontraron que es más probable que los niños pequeños conozcan una etiqueta emocional cuando también conocen palabras con valencia relacionadas.

Si los padres rodean las etiquetas emocionales con palabras relacionadas, brindan apoyo para el aprendizaje y las habilidades de desarrollo del lenguaje de sus hijos.

Los investigadores utilizaron datos recopilados en América del Norte y el Reino Unido entre 1962 y 2009, de la base de datos Wordbank del Inventario de Desarrollo Comunicativo de MacArthur-Bates, y examinaron el desarrollo de las palabras con valencia de los niños de 1 a 2 años.

Los hallazgos sugieren que puede ser importante que los cuidadores proporcionen palabras relacionadas al etiquetar las emociones para ayudar a los niños a dar sentido a las palabras complejas.

Etiquetas de emociones aprendidas a través del habla

El desarrollo de habilidades sociales y comunicativas es crucial en la vida de los niños, y aprender sobre las emociones es una parte importante de ello.

Los niños que tienen conocimiento de palabras que describen emociones, como «feliz» o «triste», tienen más probabilidades de tener relaciones saludables con sus compañeros, así como también de tener un mejor desempeño en la escuela y de manejar situaciones negativas.

Según este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Princeton, los niños pequeños tienen más probabilidades de conocer una etiqueta emocional si también conocen palabras relacionadas con valencia.

Los investigadores examinaron cómo el lenguaje que los niños pequeños aprenden de sus padres y cuidadores puede influir en su capacidad para comprender las etiquetas emocionales.

El equipo analizó la aparición de palabras con valencia positiva y negativa en el vocabulario productivo de los niños para evaluar si el conocimiento de estas palabras podría ayudar a los niños a aprender el significado de las etiquetas emocionales.

La investigación sugiere que los niños pequeños utilizan el lenguaje que reciben para construir significados de las palabras emocionales y que los padres y cuidadores pueden brindar apoyo en este proceso.

En concreto, los niños son más propensos a conocer una etiqueta emocional si también conocen palabras relacionadas con esa emoción. Por lo tanto, los padres que rodean las etiquetas emocionales con palabras relacionadas pueden apoyar el aprendizaje de sus hijos.

Los investigadores utilizaron datos recopilados en América del Norte y el Reino Unido entre 1962 y 2009, de la base de datos Wordbank del Inventario de Desarrollo Comunicativo de MacArthur-Bates. En cinco estudios, analizaron los vocabularios de 5520 niños pequeños, de entre 16 y 30 meses de edad. Los cuidadores de los niños informaron qué palabras entendían y hablaban los niños, y los investigadores seleccionaron las palabras para representar las primeras palabras de los niños.

Por ejemplo, al introducir la etiqueta «feliz», los padres pueden proporcionar información sobre la situación o las acciones que rodean la emoción, como «¡Rosa recibió un regalo maravilloso para su cumpleaños! ¡Estaba tan feliz!». De esta manera, los padres pueden ayudar a sus hijos a comprender mejor la emoción y a asociarla con situaciones específicas.

Pasos para examinar el desarrollo del lenguaje emocional en niños pequeños

Los investigadores llevaron a cabo varios estudios para examinar cómo los niños pequeños aprenden y comprenden el lenguaje emocional.

En los estudios 1 y 2, se observó el desarrollo del lenguaje de niños de 1 a 2 años y se midió la velocidad a la que aprendían palabras emocionales y neutrales. Se encontró que los niños primero aprenden palabras neutrales concretas, como «cuchara» o «batido», y luego expanden su vocabulario para incluir palabras positivas y negativas.

El estudio 3 se centró en cómo los cuidadores utilizan etiquetas emocionales en el contexto de palabras con valencia similar.

El estudio 4 investigó si la variabilidad en la co-ocurrencia de diferentes etiquetas de emoción en la habla dirigida a los niños predice una producción más temprana o tardía.

Por último, el estudio 5 examinó la hipótesis longitudinal de que los niños producen etiquetas emocionales en contextos más precisos cuando sus cuidadores rodean estas etiquetas con palabras similares.

En general, estos estudios indican que los cuidadores pueden desempeñar un papel importante en el aprendizaje del lenguaje emocional de los niños. Los cuidadores que rodean las etiquetas emocionales con palabras relacionadas pueden facilitar el aprendizaje de los niños con el tiempo.

Además, estos hallazgos tienen implicaciones más amplias para el aprendizaje del lenguaje en general, ya que sugieren que los niños pueden beneficiarse de un enfoque similar al aprender nuevas palabras.

Desafíos y posibilidades para el estudio del lenguaje emocional en la primera infancia

Según Mira Nencheva, estudiante de posgrado en psicología en la Universidad de Princeton, estos cinco estudios brindan información sobre cómo los niños pequeños pueden usar el lenguaje dinámico para construir significados complejos. Esta investigación se enfocó en el aprendizaje de etiquetas emocionales y cómo los cuidadores pueden apoyar a los niños en su comprensión de estas palabras.

Sin embargo, los autores del estudio reconocen que existen algunas limitaciones en su investigación. Una de ellas es que la base de datos Wordbank del Inventario de Desarrollo Comunicativo de MacArthur-Bates, utilizada para algunos análisis, incluía muy pocas etiquetas de emociones, lo que limitó el alcance de la investigación.

Además, el cuestionario utilizado para la investigación estaba diseñado específicamente para bebés y niños pequeños, por lo que se recomienda realizar investigaciones futuras en un rango de edad más amplio, desde la infancia hasta la adolescencia. Como menciona Nencheva, «Nuestra intención es que nuestro enfoque ayude a permitir que otros investigadores cuantifiquen cómo los cuidadores usan dinámicamente las palabras que apoyan el aprendizaje de los niños de palabras con significados complejos y abstractos».

La investigación futura también debería estudiar directamente los vínculos causales entre la entrada del cuidador al usar etiquetas emocionales y palabras con valencia similar y el aprendizaje de los niños a lo largo del tiempo.

Los autores sugieren que sería importante investigar cómo los cuidadores pueden brindar apoyo a los niños en su aprendizaje de palabras con significados complejos y abstractos.

Finalmente, los autores del estudio señalan que las medidas del informe de los padres sobre el vocabulario productivo de sus hijos no son tan sólidas como las medidas de producción y comprensión impulsadas por los niños.

Por lo tanto, es importante seguir investigando y refinando los métodos utilizados para medir el lenguaje y el aprendizaje en los niños.

Este estudio fue publicado en la revista Child Development el 28 de febrero de 2023.

Resumen: 8 ideas clave

  1. Los niños que tienen conocimiento de palabras que describen emociones tienen más probabilidades de tener relaciones saludables con sus compañeros y un mejor desempeño escolar.
  2. Los niños pequeños tienen más probabilidades de conocer una etiqueta emocional si también conocen palabras con valencia.
  3. Los cuidadores pueden brindar apoyo en el proceso de aprendizaje de las etiquetas emocionales rodeándolas con palabras relacionadas.
  4. Los investigadores examinaron datos recopilados en América del Norte y el Reino Unido entre 1962 y 2009, de la base de datos Wordbank del Inventario de Desarrollo Comunicativo de MacArthur-Bates, y analizaron el desarrollo de las palabras con valencia de los niños de 1 a 2 años.
  5. Los cuidadores pueden ayudar a sus hijos a comprender mejor las emociones al proporcionar información sobre la situación o las acciones que rodean la emoción.
  6. Los investigadores llevaron a cabo varios estudios para examinar cómo los niños pequeños aprenden y comprenden el lenguaje emocional.
  7. La investigación sugiere que los cuidadores pueden desempeñar un papel importante en el aprendizaje del lenguaje emocional de los niños.
  8. Existen algunas limitaciones en la investigación, como la falta de etiquetas emocionales en la base de datos utilizada y la necesidad de investigar los vínculos causales entre la entrada del cuidador y el aprendizaje de los niños.