La fructosa producida por el cerebro puede provocar inflamación y, en última instancia, la enfermedad de Alzheimer, según un estudio. A continuación vemos cómo fructosa y Alzheimer se relacionan.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Colorado Anschutz ha revelado que la fructosa producida por el cerebro puede causar inflamación y, en última instancia, la enfermedad de Alzheimer.
Este hallazgo ofrece una nueva perspectiva sobre una enfermedad mortal caracterizada por la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, que erosionan lentamente la memoria y la cognición.
La búsqueda de alimento como respuesta evolutiva dañina
El autor principal del estudio, Richard Johnson, MD, especialista en enfermedad renal e hipertensión de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, sugiere que la enfermedad de Alzheimer es impulsada por la dieta.
Junto con María Nagel, profesora de investigación de neurología en la misma facultad, el equipo propone que la enfermedad de Alzheimer es una adaptación dañina de una vía de supervivencia evolutiva utilizada en animales y nuestros ancestros lejanos durante tiempos de escasez.
La fructosa como elemento clave para la respuesta de búsqueda de alimento
La búsqueda de alimento requería una inhibición del metabolismo en varias partes del cerebro, que se conseguía gracias a la fructosa, un tipo de azúcar que ayuda a amortiguar estos centros, permitiendo concentrarse en la recolección de alimentos.
De hecho, los investigadores encontraron que toda la respuesta de búsqueda de alimento se ponía en marcha por el metabolismo de la fructosa, ya sea que se ingiera o se produzca en el cuerpo.
Metabolizar la fructosa y su subproducto, el ácido úrico intracelular, fue fundamental para la supervivencia de humanos y animales.
La fructosa como factor clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer
Cuando se vio amenazada la posibilidad de morir de hambre, los primeros humanos desarrollaron una respuesta de supervivencia que los envió a buscar comida, pero que, al igual que en la actualidad, ha quedado atascada en la posición de «encendido» en un momento de relativa abundancia.
Como consecuencia, se tiende a comer en exceso alimentos ricos en grasas, azucarados y salados, lo que provoca un exceso de producción de fructosa.
La fructosa producida en el cerebro puede provocar inflamación y, en última instancia, la enfermedad de Alzheimer, según el estudio. Los animales que reciben fructosa muestran fallas en la memoria, una pérdida en la capacidad de navegar por un laberinto e inflamación de las neuronas.
Según Johnson, los resultados del estudio indican que si se alimenta a las ratas de laboratorio con fructosa durante un periodo prolongado, se puede observar la presencia de proteínas tau y beta amiloide en el cerebro, las cuales son las mismas proteínas que se encuentran en pacientes con Alzheimer. Además, Johnson señaló que también se pueden detectar niveles elevados de fructosa en el cerebro de personas que padecen Alzheimer.
Posible tratamiento de la enfermedad de Alzheimer a través de la dieta y la farmacología
Ante esto, Johnson sugiere que la tendencia de algunos pacientes con Alzheimer a deambular podría ser un vestigio de la antigua respuesta de búsqueda de alimento.
Es por ello que se necesita más investigación sobre el papel del metabolismo de la fructosa y el ácido úrico en la enfermedad de Alzheimer.
En este sentido, el autor principal del estudio defiende la importancia de realizar ensayos dietéticos y farmacológicos para reducir la exposición a la fructosa o bloquear su metabolismo.
Conclusiones
Este estudio nos ofrece una nueva forma de ver la enfermedad de Alzheimer, al proponer que la enfermedad de Alzheimer es una adaptación dañina de una vía de supervivencia evolutiva utilizada en animales y nuestros ancestros lejanos durante tiempos de escasez.
Los resultados de la investigación sugieren que la fructosa producida en el cerebro puede provocar inflamación y, en última instancia, la enfermedad de Alzheimer.
Es por ello que se necesitan más investigaciones sobre el papel del metabolismo de la fructosa y el ácido úrico en la enfermedad de Alzheimer, y la posible efectividad de la dieta y la farmacología como tratamientos.
En última instancia, este estudio puede contribuir a una mejor comprensión y tratamiento de una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El estudio se publicó en el The American Journal of Clinical Nutrition el 11 de enero de 2023.
Resumen: 6 ideas clave sobre la relación entre fructosa y Alzheimer
- La fructosa producida por el cerebro puede provocar inflamación y, en última instancia, la enfermedad de Alzheimer, según un estudio.
- La enfermedad de Alzheimer es impulsada por la dieta y es una adaptación dañina de una vía de supervivencia evolutiva utilizada en animales y nuestros ancestros lejanos durante tiempos de escasez.
- La fructosa ayuda a amortiguar los centros del cerebro, permitiendo concentrarse en la recolección de alimentos y bloqueando la atención a otros estímulos, como los recuerdos recientes.
- La fructosa producida en el cerebro puede provocar inflamación y, en última instancia, la enfermedad de Alzheimer. Los animales que reciben fructosa muestran fallas en la memoria, una pérdida en la capacidad de navegar por un laberinto e inflamación de las neuronas.
- Es necesario realizar más investigaciones sobre el papel del metabolismo de la fructosa y el ácido úrico en la enfermedad de Alzheimer, y la posible efectividad de la dieta y la farmacología como tratamientos.
- Este estudio puede contribuir a una mejor comprensión y tratamiento de una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.